Los textos y las fotografías son creaciones surgidas por casualidad de mi cabeza :)

sábado, 12 de diciembre de 2009

No habrá un mañana

- ¿Sabes qué? Te quiero aún sabiendo que no es correspondido, porque no hace falta que me lo repitas más, ya se que tu no me quieres, al menos de la manera en la que yo te quiero a ti. Porque a pesar del mal que me haces no puedo decirle a mi corazón que te olvide, que deje de quererte, porque eso sería pedir lo imposible, como pedirle peras al olmo. ¿Me estás escuchado? No me mires con esa cara, te estoy diciendo con palabras todos mis sentimientos, y no unos sentimientos cualquiera, no, no, sino los sentimientos que siento hacia ti. ¿Crees que es fácil? Bueno, ¿me vas a decir algo o te quedarás en silencio todo el rato?
- Creo que ahora mismo deberíamos hacerlo como si no hubiera un mañana.

martes, 8 de diciembre de 2009

Sábanas blancas empapadas entre pequeñas lágrimas.


Dee era esa chica que derrochaba alegría día a día en todas partes, pocas personas habían visto a Dee llorar, o simplemente, estar triste.

Dee sólo lloraba con las películas extremadamente románticas, si, esas tan, tan, tan cursis que sólo una chica puede aguantar. También cuando alguien cercano no estaba bien, y... ¡cómo no! Cuando alguien le hacía daño, sólo que con ésta última se escondía en su baño o entre sus sábanas que tantos recuerdos le traian. Y si, el amor es cruel hasta con Dee, esa chica risueña que alegraba las mañanas a cualquiera con su sonrisa perfecta, su larga melena despreocupada al viento y esas canciones que salian de su boca, que hasta la canción más triste se volvía la más alegre con su dulce voz y su tierna sonrisa.

Cuando estaba cansada de respirar entre sollozos, bajaba corriendo las escaleras de su casa para asaltar su despensa, si, después de llorar por un cabrón (así suele denominarlos ella... O eso es lo que a mi me dice...) tenía que reponer fuerzas, porque sino no podría girar página y volver a rehacer su preciosa historia, que de vez en cuando tenía algun bache, como cualquier historia. Muchas veces tenía una recaida... Y lloraba durante toda la noche, tanto que al día siguiente ni se levantaba y estaba como muerta entre sus sabanas blancas, empapadas por sus pequeñas lágrimas que esconden amor y rabia.