martes, 27 de octubre de 2009
Se me escapa un leve suspiro, pero no tan leve como esperaba que fuera, él me ha oído. Por fin se decide y alza su mirada. Sus ojos se clavan en los míos. No puedo apartarlos, me atraen tanto sus ojos que pasaría horas mirándolos. Al final es él quien aparta la mirada, entonces yo vuelvo a agachar la cabeza. Los segundos pasan como minutos, los minutos como horas, y las horas, como días.
De repente noto algo. Es él. Se ha acercado más a mí, hasta se ha atrevido a cogerme de la mano. Me giro. Creo que en aquel momento mi cara lo dice todo. Avergonzado aparta su mano y yo lo impido. Su mirada caída, sus ojos húmedos, llenos de lágrimas prisioneras de ellos desean salir, pero él se lo impide.
Allí decido perdonarlo, puede que no por mucho tiempo, como otras tantas veces, pero lo hago.
Empieza una nueva página en nuestra historia interminable.
sábado, 24 de octubre de 2009
Te quiero
viernes, 23 de octubre de 2009
Fragilidad
Silencio, angustia, soledad, pensamientos volando de lado a lado. Tú, sólo tú, nadie más.
Te ves allí, tendida sobre el césped de tu jardín, sola, sin nadie que te moleste. De vez en cuando pequeñas ráfagas de aire sacuden contra tu cara y hacen que por un segundo regreses al mundo real, pero es inútil, en cuestión de segundos ya vuelves a estar en tu pequeño mundo, pensando vete a saber que o en quien.
De repente notas pequeñas gotas de agua que mojan tu cara, no te explicas ni cómo ni por qué, pero ese fantástico día ha termino como tu estado de ánimo, por los suelos.
Por un instante piensas que puede haber un tipo de conexión entre tu y el mundo, pero ese pensamiento desaparece inmediatamente.
Una sensación de frio empieza a recorrer tu cuerpo. Definitivamente, no hay ningún tipo de conexión entre tu y el mundo, en aquel momento preferirías sentir en tu piel el cálido sol.
Decides que siendo pesimista no llegarás a ningún lado, que si quieres que entre tu y el mundo exista una pequeña conexión, hay que empezarle a sonreir. Porque una vez que estás abajo, lo único que puedes hacer es ir subiendo e ir a mejor.
jueves, 22 de octubre de 2009
Carcajadas de felicidad.
-¡Mierda!- Gritó Dee. -¡Mamá! ¿Puedes prepararme el desayuno por favor?
Un nuevo día empezaba para Dee, no con muy buen pie que se diga, pero no le importaba. Después de tener varios problemas con la vida, Dee había decidido vivir cada día como si fuera el último.
-Grácias mamá, eres perfecta- le dijo con una gran sonrisa en su cara.
Se encaminó camino del instituto. Dee siempre iba tarareando alguna canción, no había día que no cantara algo. Ese día le toco a Wonderwall de Oasis, y se fué hacia clase con paso firme y cantando su canción, más feliz que nadie y con una de sus perfectas sornisas.
El día no hacia más que empezar.
miércoles, 21 de octubre de 2009
Contradicciones.
No suelo hacer lo que la gente espera que haga. Estoy llena de contradicciones, aunque para todos los demás soy una caja de sorpresas, o eso me suelen decir. Si lo piensas friamente, prefiero ser una constante contradicción e ir sorprendiendo a la gente con mis arrebatos de locura.
La verdad, esque no soy yo la que esta llena de contradicciones, es la vida misma. Todo lo rico, engorda; lo bonito, es caro; lo divertido, arriesgado... Y podría seguir así y hacer una lista interminable.
Hoy he decidido que me da igual ser una constante contradicción, si así soy feliz y me lo paso genial, ¿para qué voy a cambiar? Me gusta ser así, hacer sin más lo que se me pasa por la cabeza, no seguir una norma establecida sobre mi, porque, no existe esa norma. Mi única norma es divertirme, arriesgarme, engordar, adelgazar, reir, llorar, gritar, saltar, correr, dormir, susurrar... cuando, donde y como yo quiera.
Me gusta ser una contradicción y no seguir un patrón de vida.